La movilidad en la ciudad

 La accesibilidad urbana de personas con movilidad reducida.

 

Reír, confiar en la vida y en el mundo es lo natural en el hombre, el pesimista es deportado fuera de lo humano por la ideología y la literatura. Cuesta mucho hablar del dolor y del fracaso, sobretodo de los errores. El progreso técnico  provoca cambios tan rápidos en la vida, que es posible que ni la vida participe en ello. ¿Cómo luchar ante un mundo a veces loco?

Observando la sociedad que nos toca vivir, cuando haces pausa en medio de la agitación, ves unos delirios inquietos; bromas cósmicas. Tienen que serlo, situaciones sin sentido, o seres en blanco y negro que no creen en ninguno de los bienes que se disfruta en una ciudad. Además se enredan de las mismas fuentes de las que debería brotar el antídoto a la locura.

¡Ay! Locura, enredos, decisiones fugaces como colas de estrellas tomadas entre agitación y agitación tienen que serlo. Como seres humanos estamos siempre inclinados a ser generosos y a encontrar pruebas de conciencia incluso cuando no hay nada que lo confirme. Nos podemos preguntar qué siente una mosca, o un babuino suponiendo que fuéramos nosotros. Pero no siempre se hace, quizás solo los antropólogos, los poetas o los que sueñan ciudades.  

Se instalan medidas de accesibilidad para personas con discapacidad física en las estaciones de metro como si de una broma se tratara. Parece que nadie pregunta a las personas mayores cómo hacen su compra cada día, como las mamás recorren las calles de Madrid o como cualquier persona pasea por la ciudad con un mínimo de minusvalía física. Por no hablar de aquel que ya disponga de una más seria. No faltos de buen humor, soportando la broma uno se traga o asume todas las gynkanas recorridas al mercado, los objetos visibles, los bordillos de diferentes alturas, aquellos socavones perpetuos, aceras con obstáculos que invitan a caminar en la calle inevitablemente.

Comprender estas bromas es solo una defensa pero verdaderamente llegan al mismo centro de una seriedad.

¿Para qué sirven los bolardos y los bordillos? Las rutas urbanas en Madrid parecen pasos de baile o paseos a lo Buster Keaton, desde la Resistencia hemos comprobado aquellos elementos urbanos que limitan la accesibilidad a personas con movilidad reducida. Así hemos explorado como unas medidas universales consideradas por el Metro de Madrid son quizás  tan universales que están instaladas de forma disparatada o forman parte del disparate que hace que ir por metro sea toda un expedición titánica para algunos.

El Metro considera estas medidas necesarias y son instaladas en sus estaciones. Solo que el diálogo entre estas medidas y las personas que sufren minusvalías no armonizan. De qué sirve una puerta con sensores automáticos para entrar a la estación si no hay ascensor para hacer llegar a una persona con silla de ruedas hasta el andén. En los casos en que hay ascensor y siempre cuando funcionen.

Quisiera mirar a los errores con otra mirada, quisiera tener una goma muy grande para poder borrarlos, re-escribir sobre ellos y no pasaría nada tan solo la risa de las ideas descabelladas.  Así poder ver por las tardes a todos los madrileños paseando por su ciudad.

J.V. Triboullier

 

Video de Hilario Alvarez Diaz 

Oficina de ideas libres.

https://www.youtube.com/watch?v=zvtC-9lVzts

Fotogalería: La Movilidad En La Ciudad

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Fotos de Lucia Muñoz Merida